La "Vigilia de la Inmaculada Concepción" comenzó a mediados del siglo pasado cuando un sacerdote jesuita, el Venerable Tomás Morales, con un grupo pequeño, decidieron solemnizar la gran fiesta de la Inmaculada Concepción, con una Vigilia, en la que, movidos por el amor a la Virgen, lanzaron una campaña masiva de apostolado, para llevar a todos, especialmente jóvenes, a los pies de la Virgen, y así, con Su ayuda, despertar la potencia conquistadora de todo bautizado, para que cada uno descubriera la alegría de trabajar por el Evangelio.  Desde entonces, todos los 7 de diciembre en España, y cada vez en más partes del mundo, como en Mexico, El Salvador y en Virginia e Indiana, infinidad de cristianos nos acercamos a tan bella Reina y Madre, para pedir Su ayuda e intercesión, para ser fiel a Cristo y dar un paso al frente, hacia la santidad.   

Habrá confesiones durante toda la vigilia. Se rezará solemnemente el Santo Rosario. Habrá una reflexión, y terminaremos todos participando de la Santa Misa.  Después habrá chocolate, café y pan para compartir y celebrar la gran fiesta.